Gracias al amor y solidaridad de más de 10 mil mujeres mexiquenses, durante 2024, la Secretaría de Salud del Estado de México recolectó más de 27 mil litros de leche materna, mediante la donación, una práctica que salva vidas y fortalece el desarrollo infantil.
Macarena Montoya Olvera, Secretaria de Salud del Estado de México, detalló que la entidad cuenta con 56 lactarios en igual número de hospitales de IMSS-Bienestar, donde las mujeres donadoras se extraen la leche, misma que es enviada a los nueve Bancos de Leche Materna de la entidad para su procesamiento y posterior dotación a los recién nacidos que así lo requieren.
Además, se ubican 308 salas de lactancia en territorio mexiquense, tanto del sector público como privado, donde las madres pueden alimentar a sus bebés.
Al inaugurar el Simpósium “Donación de leche humana, un gesto humanitario que alimenta la esperanza”, Macarena Montoya Olvera destacó que esta acción responde al llamado de la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez de construir un sistema de salud humano, equitativo y accesible para todas y todos, donde cada bebé tenga la oportunidad de iniciar su vida con las mejores condiciones nutricionales.
Por su parte, Matthias Sachse Aguilera, Oficial de Salud y Nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) México, reconoció la capacidad y esfuerzo que impregna el Gobierno estatal para lograr un cambio ante la industria de fórmulas sustitutas de leche materna (sucedáneos).
Subrayó la importancia de sumar esfuerzos desde el sector privado para garantizar espacios laborales que favorezcan la lactancia en los centros de trabajo, para fortalecer la salud de niñas y niños en una etapa crítica de su desarrollo.
A su vez, Luz María Goti Rodríguez, Coordinadora Estatal de Lactancia Materna y Bancos de Leche, y Jesús Mercado García, Director del Hospital Materno Infantil del ISSEMYM, destacaron que la leche materna donada representa una esperanza de vida para miles de recién nacidos que no pueden ser alimentados por sus madres; además, reduce la morbi-mortalidad infantil, fortalece el capital humano y disminuye la carga económica para el sistema de salud.