Por Janeth Morales
El Covid-19 tiene un impacto multifacético en los derechos de niños, niñas y jóvenes que afectan su educación, protección, salud y nutrición.
A medida que las escuelas se preparen para la reapertura gradual de escuelas es fundamental abordar las necesidades globales de la niñez desde un enfoque cotidiano e integral.
Por ello y ante el posible regreso a clases de manera presencial, a más de una año de confinamiento, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dio a conocer una guía para la práctica del regreso a clases seguro.
Cuando reabran las escuelas, la UNESCO llama a priorizar el apoyo en salud mental y sicosocial para garantizar una transición positiva y segura.
La guía específica que, además de limpiar y desinfectar las instalaciones escolares, se deberá capacitar a los docentes para la transición de regreso a la escuela.
Señala que los docentes necesitan recibir apoyo e información adecuada sobre cómo podrían contribuir a que haya un regreso seguro a las escuelas para ellos mismos y todos los estudiantes.
En esta guía la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que volver a enseñar en clase puede ser un reto ante el contexto del Covid-19 y las semanas de interrupción de clases.
Para una mejora pedagógica, esta guía recomienda planear actividades y lecciones enfocadas en el bienestar y la práctica de nuevas rutinas y normas escolares pero incluso si hay presión para recuperar el tiempo escolar perdido, deberán buscar espacios de relajación segura: jugar, realizar actividades artísticas, como música, baile y juegos.
Además, se deberán buscar lecciones que permitan a los estudiantes trabajar en forma independiente mediante el respeto de las normas de distanciamiento físico.
Para la evaluación, deben esperar que niños, niñas y adolescentes hayan olvidado habilidades y conocimiento durante el cierre de la escuela por un periodo mayor a un año.
Los docentes deben recordar que cada niño, niña y joven habrá tenido una experiencia diferente, por lo que será necesario adaptar la enseñanza para atender las necesidades de cada uno.
La guía indica que puede darse un nivel de ausentismo entre los estudiantes, principalmente en las primeras semanas de reapertura; para ello se deberán adoptar planes de estudio que no esperen que al principio el aprendizaje sea de manera secuencial entre una lección y la siguiente.
Asimismo, deberán preparar a los estudiantes para la posibilidad de que la escuela vuelva a cerrar.