Nallely de León Montellano
De un pequeño huerto, Juan Alberto Dávila y su familia han logrado darle valor agregado tanto al nopal como a la tuna; ahora ofrecen al público polvo de nopal, harina para repostería, para botana y en salmuera.
Gracias a la colaboración de investigadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), la familia Dávila logró darle valor agregado al nopal, y ahora solo buscan los canales de comercialización que les permitan crecer como empresa alimenticia.
El productor y cabeza de familia, Juan Alberto Dávila, comentó que comenzó a plantar algunas variedades de nopal como copena, rojo pelón y Villanueva, de las que además de aprovechar su penca, también utilizan la tuna para su venta y en un futuro para la realización de mermeladas y cajeta.
En la huerta se aprovecha todo del nopal, comenta el productor, al especificar que de las pencas ofrecen al público nopal en escabeche y para guisado, ya empaquetado.
También se elabora polvo para diabéticos, atletas, o personas que quieran bajar de peso, pues al secarse en frío, la planta no pierde sus propiedades nutricionales.
Elaboran una harina para repostería o la elaboración de botanas y tortillas, misma que se ofrece principalmente a empresas del ramo.
De la huerta también se aprovecha la tuna, misma que se utiliza para la venta en pequeñas porciones familiares. Esta tuna no tiene espinas y puede llevarse en pequeñas cantidades, comenta don Alberto.
Y como si fuera poco, todo ese nopal o tuna que no se utiliza, se tritura y vuelve a la tierra, para darle a las plantas los nutrientes que requieren para que sigan desarrollándose.
En la actualidad, comenta el productor, por causa de la pandemia de Covid, muchos canales de comercialización pararon, lo que ocasionó que ellos también pararan producción, pero esperan se restablezca la vida cotidiana para comenzar a buscar canales de comercialización.
“Es necesario en estos tiempos buscar alianzas comerciales, con personas que quieran procesar lo que nosotros producimos del nopal”, expresó.
Comentó que no ha sido fácil poder dar valor agregado al nopal y el fruto, pero que gracias a programas y apoyos, como el de la UAZ, lograron salir adelante y ahora esperan que el comercio se restablezca.