Noemí Luna
Cualquier gobierno que se precie de ser bueno, eficiente y de resultados, sin duda parte de uno de los valores más reclamado por la población y más depreciado en la política: La transparencia.
Regirse por la transparencia significa actuar bajo la guía de la rectitud, honradez, ética, liderazgo, veracidad, congruencia, imparcialidad, equidad, moralidad y justicia, entre otros valores.
Mantener como forma de vida ese proceder íntegro resulta imposible para muchos gobernantes y políticos, que sucumben ante la ambición. Se dejan corromper, engañan, roban y desvían recursos públicos, sin detenerse a mirar a millones de víctimas inocentes que dejan a su paso.
No es una regla general, pero sí frecuente en este México lindo.
Cada vez se evidencia más el hartazgo de la gente. Y crece cuando se revelan casos de corrupción que implican a actores cercanos, en los que la gente depositó su confianza y fue traicionada sin miramientos.
Uno de esos indignantes hechos se ventiló hace unas semanas. Se refiere a presuntos hechos de corrupción y extorsión por parte del Presidente Municipal de Zacatecas, Jorge Miranda Castro, que intentaba cobrar millones y millones de pesos en “moches” a una empresa que contrató para hacer un diagnóstico del consumo de energía en el alumbrado público de esta capital.
Desde hace meses y con acusaciones mediáticas se ventila este asunto. Pero actualmente toma dimensiones mayores, porque la empresa Sistemas y Servicios para el Alumbrado Público ya escaló la denuncia al área anticorrupción de la Fiscalía General de la República, luego de que su homóloga estatal fue lenta en su proceder.
En el ilícito se involucra además a Jorge Miranda Herrera, hijo del Presidente Municipal; y a Guadalupe Alejandro González Navarro, Procurador Fiscal de Zacatecas en el sexenio anterior. Los tres cobraron sendos “moches”, hasta del 50% del valor de cada factura por la asignación de contratos.
Jorge Miranda, que desde muy joven ingresó al servicio público, hoy se encuentra en el ojo del huracán. No es la primera vez. Anteriormente en medios de comunicación se hizo referencia a los muchos inmuebles y comercios que posee en Zacatecas, Guadalupe, Zapopan y Ajijic. Patrimonio inmobiliario y empresarial de gran cuantía, injustificable respecto a sus ingresos como funcionario público.
En el combate a la corrupción, compadrazgo, amiguismo, enriquecimiento ilícito y desvió de recursos la transparencia y rendición de cuentas son indispensables. Así lo muestra no sólo el caso del edil zacatecano, Jorge Miranda, también el reciente escándalo del hijo del Presidente de la República, José Ramón López Beltrán, con su posible conflicto de intereses por trabajar con una empresa ampliamente beneficiada por el Gobierno de la República.
En ambos casos, la libertad de expresión también fue determinante para sacar a la luz los posibles casos de corrupción cometidos por personajes en el poder político y gubernamental.
Por ello, desde la Cámara de Diputados impulso iniciativas de ley y exhortos que fortalezcan la transparencia, fomenten la rendición de cuentas de quienes ostentan cargos públicos, privilegien el interés común en la aplicación de presupuestos gubernamentales y se castigue con todo el rigor de la ley los actos de corrupción.
México necesita buenos gobierno y mejores gobernantes, ideas frescas y liderazgos creativos, como los que impulsamos en el Partido Acción Nacional para construir un futuro confiable para todas y todos.