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Las redes sociales se han consolidado como una herramienta esencial para las autoridades de seguridad pública y procuración de justicia en el Estado de México, permitiendo la identificación y localización de individuos involucrados en actividades ilícitas. La difusión de imágenes, videos y datos personales de presuntos delincuentes ha facilitado su reconocimiento por parte de la comunidad y las fuerzas del orden.

Un caso reciente ejemplifica esta tendencia: dos sujetos fueron captados en video mientras asaltaban a mano armada a pasajeros de una unidad de transporte público en el municipio de Tecámac. El video, ampliamente compartido en plataformas digitales, muestra a los individuos abordando la unidad, amenazando a los ocupantes y exigiendo el pago de una suma específica al conductor. Gracias a la claridad de las imágenes, los asaltantes fueron identificados como Eduardo, alias "El Primo", de 45 años, y su cómplice, conocido como Derian. Información adicional obtenida a través de las redes señala que "El Primo" estuvo involucrado previamente en intentos de asalto y enfrentó intentos de linchamiento por parte de la comunidad, mientras que Derian proviene de una familia con antecedentes penales.

Este incidente subraya la creciente colaboración entre la ciudadanía y las autoridades, donde la tecnología y las plataformas digitales juegan un papel crucial en la lucha contra la delincuencia. Sin embargo, para que las acciones legales procedan, es imperativo que las víctimas presenten denuncias formales. Sin estas, las autoridades se ven limitadas en su capacidad para procesar y sancionar a los responsables.

Además, la Secretaría de Seguridad del Estado de México ha alertado sobre el uso de redes sociales y plataformas de videojuegos en línea como medios para extorsionar y atraer a menores de edad hacia actividades delictivas. Los delincuentes aprovechan la vulnerabilidad y falta de experiencia de los jóvenes para obtener información personal y, posteriormente, coaccionarlos. Esta situación resalta la dualidad de las redes sociales: mientras son herramientas valiosas para la identificación de criminales, también pueden ser utilizadas para actividades ilícitas, enfatizando la necesidad de un uso responsable y consciente por parte de la ciudadanía.