El Estado de México ocupa el primer lugar a nivel nacional en reportes por la venta de comida chatarra en planteles escolares durante el ciclo 2024-2025, de acuerdo con datos oficiales.
La plataforma Mi Escuela Saludable reportó que en la entidad se documentaron 2,684 casos relacionados con la oferta de productos no autorizados en instituciones de nivel básico. Estos registros involucran a 1,407 escuelas, tanto primarias como secundarias, en las que persisten prácticas contrarias a la normativa alimentaria vigente.
Entre las incidencias más frecuentes destaca la venta de refrescos en el 66.7% de los planteles señalados, así como la comercialización de alimentos ultraprocesados en el 88.3%. Además, el 53.6% de las escuelas reportadas no ofrece frutas ni verduras a los estudiantes, mientras que el 86.5% no cuenta con bebederos de agua potable.
Otra problemática que hay identificada es la falta de mecanismos internos de vigilancia. El 76.65% de los planteles no dispone de comités escolares encargados de supervisar el cumplimiento de las disposiciones relacionadas con la alimentación saludable.
Raúl Jiménez, integrante de una cooperativa escolar en Toluca, comentó a El Sol de Toluca: "No se trata de un rubro que se pueda lograr de la noche a la mañana, sino que tardará algunos años, pero para ello será muy importante que el esquema prevalezca y sólo se fortalezca".
Agregó que uno de los desafíos radica en las limitaciones de tiempo el cual enfrentan los padres para preparar opciones nutritivas: "Lo importante es que se vaya formando una cultura sobre la buena alimentación desde las casas; por ejemplo, hemos visto en los últimos días que ha reducido la venta de refrescos y se ha sustituido por agua de fruta o natural".
Javier San Agustín Velasco, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia en la entidad, subrayó: "Los mismos padres de familia nos tenemos que mantener vigilantes y hacer el esfuerzo de platicar con nuestros hijos para que eviten el consumo de alimentos no saludables".
En ese sentido, enfatizó que el sector gubernamental debe reforzar su papel formativo: "Debe incluir información sobre este tema, desde el modo de preparación hasta su importancia nutricional".
Datos de la organización El Poder del Consumidor indican que, durante una jornada escolar, un alumno puede ingerir hasta 550 calorías provenientes exclusivamente de productos ultraprocesados. Este nivel calórico puede incidir en el incremento de peso anual y en dificultades como la hiperactividad o bajo rendimiento académico.