A pocas horas de la inauguración de la segunda etapa del Tren Interurbano El Insurgente, que conectará Lerma con Santa Fe, ejidatarios de San Jerónimo Acazulco provocaron un colapso vial en la autopista México-Toluca al bloquearla durante más de 11 horas. El bloqueo, que comenzó poco antes de las 11 de la mañana, fue motivado por el presunto incumplimiento del gobierno federal en el pago de tierras utilizadas para la construcción del tren, cuyas obras iniciaron hace una década.
El cierre, que se realizó a la altura del Parque Nacional La Marquesa, afectó tanto la carretera libre como la de cuota en dirección a la Ciudad de México. Los manifestantes atravesaron vehículos y colocaron piedras y llantas para impedir el paso, lo que generó filas de automóviles que se extendieron por más de 25 kilómetros, alcanzando hasta el municipio de San Mateo Atenco.
Los ejidatarios argumentan que el gobierno enajenó más de 200 hectáreas para la construcción del tren sin reconocer un decreto de 1943 que les otorga la posesión de las tierras. A pesar de haber sostenido más de 20 reuniones con las autoridades a lo largo de estos 10 años, aseguran que sus demandas no han sido escuchadas. "Estamos dispuestos a mantener esta protesta, porque no hemos sido escuchados. Esta obra está acompañada de actos de corrupción y queremos que nuestras demandas sean atendidas", expresó uno de los inconformes.
Durante el bloqueo, la tensión fue en aumento, no solo entre los manifestantes y las autoridades, sino también con los usuarios de la carretera, quienes desesperados por el caos, llegaron a enfrentarse verbalmente con los ejidatarios. Algunos conductores solicitaron que se abriera al menos un carril para permitir el paso de vehículos de emergencia y de aquellos que transportaban a personas enfermas.
A las 15 horas, los manifestantes advirtieron que, si no se presentaba un funcionario de alto nivel para negociar, cerrarían también los carriles en sentido hacia Toluca. Al no obtener respuesta, a las 16:30 horas bloquearon la circulación hacia la capital mexiquense, aunque este cierre total duró solo 50 minutos. Sin embargo, debido a la presión de los automovilistas, accedieron a reabrir parcialmente los tres carriles hacia Toluca, aunque con obstáculos sobre la cinta asfáltica que complicaban el tránsito.
La situación comenzó a aliviarse alrededor de las 18 horas, cuando una intensa lluvia dispersó a varios de los labriegos, quienes se refugiaron en las cabañas de comida en La Marquesa. Esto permitió a algunos conductores remover los obstáculos y habilitar un carril hacia la Ciudad de México. Para las 19 horas, se inició una apertura parcial de la carretera libre en dirección a la capital, alternando el paso de vehículos por periodos de 10 minutos.
Finalmente, tras soportar cinco horas de lluvia incesante, los manifestantes decidieron levantar el bloqueo a las 21 horas, permitiendo la liberación completa de la autopista y la carretera libre hacia las 21:10 horas. Mientras tanto, una comisión de ejidatarios continuaba en diálogo con autoridades federales en una de las cabañas de La Marquesa.
Los manifestantes recalcaron que la segunda etapa del Tren Interurbano El Insurgente, que se inaugurará hoy con la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora Delfina Gómez, no debe ponerse en operación hasta que se les indemnice por la totalidad de las tierras ocupadas para la construcción del proyecto.