Ahora sí, tendrán una vivienda digna
Ciudades
Por Janeth Morales
Lo que inició como colecta para comprar sólo algunas láminas, terminó por reunir recursos para la construcción del hogar donde vivirá doña Carmen Castañeda Hernández, mejor conocida como “La Chaparrita” y don Santiago del Real Gómez, quienes por más de 30 años han habitado debajo de los puentes.
En la colonia Jardines de Jerez, a la orilla del río Jomulco, pegado al Hospital de la Cruz Roja, municipio de Jerez, se observa una construcción que será el nuevo hogar del matrimonio que ha sufrido las inclemencias del tiempo durante décadas.
Hace aproximadamente 30 años, el gobierno del municipio mandó construir un pequeño cuarto de adobe para ayudarlos, pero, además de que no contaba con baño, las láminas que tenían como techo se desgastaron rápidamente por lo que durante los días de lluvia, el agua se filtraba fácilmente en la vivienda.
En medio de la crisis sanitaria por Covid-19 y el inicio de la temporada de lluvias, la población jerezana inició una cooperación humanista y solidaria para comprar láminas nuevas, a fin de contribuir a una vejez digna para la pareja de adultos mayores quienes forman parte de la población con alto riesgo de contagio.
Al reunir el recurso, el medio digital La Voz de Jerez realizó un video para agradecer a quienes aportaron, y es así como la noticia llegó a oídos de los migrantes, residentes en Estados Unidos, quienes de inmediato se unieron a la causa, para aportar más de 100 mil pesos, con lo que no sólo se pudo comprar algo de material, sino que les alcanzó para construir una vivienda segura y con todos sus servicios.
De acuerdo con el coordinador de la obra, Raúl Bañuelos, la vivienda tendrá un costo final de 200 mil pesos, que buscarán reunir entre cerca de 30 migrantes, quienes han realizado aportaciones de entre 50 y 100 dólares.
Asimismo, Manuel de Santiago, Antonio García Micaela de Haro y Nancy Ramírez, originarios del pueblo mágico y residentes en el país vecino han aportado más de ocho mil pesos cada uno.
Confiados en que el recurso se destina para esta gran obra, los migrantes continúan depositando dinero a una cuenta que el coordinador habilitó.
A partir de que llegaron las aportaciones, se inició la demolición del cuarto de adobe que anteriormente se construyó en ese mismo pedazo de terreno donado, de palabra, sin ningún documento de por medio por la Cruz Roja, la cual se encuentra en ese mismo espacio.
Después de echar abajo el proyecto de casa que tenían, se dio paso a los trabajos de construcción de la vivienda de 11 metros de ancho por 4 metros de largo, y 2.40 metros de altura, con cimientos de piedra, paredes de block y techo de concreto.
En apoyo en la mano de obra, los albañiles, invitados por Manuel de Santiago, quien radica en Las Vegas, decidieron cobrar solamente la mitad de los 140 pesos que cobran por metro cuadrado, con el fin de mostrar su solidaridad.
Pese a las lluvias, los trabajadores José Alberto Valenzuela Guzmán, Héctor Javier Guzmán Jiménez y Juan Antonio Valenzuela Romero provenientes de Malpaso avanzan a toda rapidez, con jornadas diarias desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde.
Se planea que la casa con sala, recamara, cocina y baño esté lista en tan sólo un mes, y de acuerdo con José Alberto, lejos de representar un trabajo “es para nosotros una motivación y cuando hay la oportunidad de ayudar, hay que hacerlo".
Mientras tanto, las aportaciones de los pobladores jerezanos siguen llegando, ya que han donado blocks y hasta una ventana pequeña que se colocará en el baño, mismo que mide 2 por 2 metros cuadrados.
En cuanto a la fachada, se presentó una propuesta de tipo tradicional, que incluye dos ventanas y una puerta en medio, además tendrá una placa que señala que ese hogar fue construido gracias al apoyo de los migrantes, por lo que será un emblema que planean visitar cuando regresen a su tierra.
El 16 de julio es el gran día, en esa fecha está planeada una gran fiesta para celebrar el cumpleaños de “La Chaparrita, así como la inauguración del hogar del matrimonio devoto de la Virgen de la Soledad.
De acuerdo con el coordinador de los trabajos, varios grupos han mostrado su interés por amenizar la fiesta, además, uno de los migrantes, oriundo de Jerez aportará recurso para la comida que se ofrecerá ese día.
Cabe recordar que este no es un caso aislado, pues nuestro país destaca por la rapidez con la que avanza hacia el envejecimiento poblacional, y se espera que en 20 años México y otros países tengan población envejecida señala el Consejo Nacional de Población (Conapo).
El envejecimiento es uno de los retos que enfrenta el país en la actualidad, pues se estima que la población nacida en 2019 alcance un promedio de 75.1 años, una esperanza de vida mayor a la que se tenía hace 40 años cuando era de 66.2.
La Conapo también señala que las mujeres tienen una esperanza de vida superior a la de los hombres, con una brecha de casi seis años.
Al entrevistar a don Santiago del Real Gómez, éste expresó la emoción que representa el apoyo de su gente, quienes no dudaron en cooperar para sorprender a la mujer enferma y al hombre que aún toma su guitarra y se va en busca de una moneda para llevar comida a su hogar.
Según la Conapo es común que durante esta etapa los ingresos se reduzcan o incluso dependan de transferencias públicas o privadas.
“Estoy muy contento, es una casa tan hermosa, tan preciosa que me están haciendo. No lo merezco pero la voluntad de la gente ha hecho que nosotros seamos felices”, dijo don Santiago del Real.
La edad avanzada de don Santiago y doña Carmen no les impide dar un recorrido cada mañana para ser testigos de cada avance de la construcción.
Después de la entrega de su nuevo hogar, podrán disfrutar de la cama y el sillón que anteriormente la población les había donado y que temían se mojaran cuando el techo era de láminas viejas.
Mientras esperan que su regalo esté listo, los viejitos recuerdan su historia, relatan que el día que se vieron por primera vez bastó para tomar la decisión de pasar la vida juntos.
La particular pareja se conoció mientras Doña Carmen, quien era danzante, trepaba una camioneta y Don Santiago, como oficial de policía se acercó para exigirle que se bajara.
Doña Carmen recuerda que ese mismo día, él le propuso matrimonio, y después de cuatro días de noviazgo, él dejó su encargo de patrullero para iniciar el viaje encima de una carga de arena que llevaba el tren con destino a Chihuahua de donde es originario el hombre, que entonces tenía 33 años por lo que fue ahí donde contrajeron nupcias.
Allá lo esperaba su familia con quienes vivieron dos años y en donde don Santiago inició a trabajar en las labores de la construcción.
Luego decidieron regresar a Jerez con la familia de doña Carmen en donde se asientan. En un inicio él continuó trabajando en la obra pero pasados los 60 años, las fuerzas le abandonaron.
Al ser 10 años mayor que don Santiago, doña Carmen ya pasaba los 70, y ambos se vieron en la necesidad de realizar un trabajo que no les exigiera tanta fuerza, razón por la cual deciden dedicarse a la recolección de material reciclable, logrando reunir como máximo 140 pesos al día, entre los dos.
“Ahorita está bien lo del reciclaje, antes valía el cartón a 80 centavos, pero ya subió a un peso y ahorita está a 2.50 la botella de plástico, el fierro a 4 pesos, el aluminio está a 20; entonces sí sale para comer”, detalló el ex patrullero de Jerez.
Con ese recurso lograron sobrevivir durante diez años, por lo que diariamente recorrían las calles del pueblo, a la vez que se ganaban el cariño y respeto de la población.
A estas alturas, ambos están transitando una vejez, que han dejado en manos de aquellos que contribuyen para que se alimenten y vivan de manera digna.
En torno al tema, un estudio de la Conapo enfatiza la importancia de invertir o ahorrar en las etapas anteriores al ciclo de vida, debido a que la seguridad económica es fundamental para disponer de un envejecimiento con mayor independencia y dignidad.
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CV/CR
